El Águila, es una de las aves más longevas de su especie, llegando a vivir hasta setenta años, pero al llegar a los cuarenta, el pasar del tiempo, le pasa cuenta de cobro a su esplendorosa juventud, dejándole casi desgastada, con sus garras demasiado curvas y su pico en extremo torcido.
Así el águila empieza su cambio de vida dando constantes golpes a su pico, luego que logra arrancarlo, deberá con gran paciencia esperar a que salga uno nuevo, con el cual luego de algún tiempo, empezará a extraer sus desgastadas garras y esperará a que le salgan nuevamente.
Con sus garras y pico nuevo procede a desplumar su viejo ropaje, logrando su renovación total surcando los cielos con sus poderosas alas, para vivir un período aproximado de treinta años más.
Existen aproximadamente treinta y una especie de águila al rededor del mundo, entre las cuales podemos resaltar, el águila milana, con una estructura física mucho más frágil en comparación a las demás especies, el águila Aquila representada en once variedades de especies entre las cuales la más conocida es el águila real, el águila Marcial, habitante del territorio africano, el águila blanquinegra que habita en America Central y parte de México.
El águila cretilarga, que como su nombre lo indica posee una cresta muy larga y habita en el territorio africano, el águila pomo de color negro y castaño habita la parte andina de Sudamérica y posee una cola corta.
En relación al proceso de reproducción, podemos decir que la hembra pone hasta dos huevos, construye en su zona de refugio hasta tres nidos, de los cuales escogerá uno para encubar sus huevos, proceso que dura alrededor de cincuenta días, los polluelos conviven y dependen de sus padres hasta dos meses de edad, tiempo después surcan los cielos en busca de su independencia, pero se ha comprobado que algunos prefieren quedarse cerca del territorio de sus padres.